Por: Adán Mondragón.
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 13 DE FEBRERO DE 2024.- En Baja California todo pinta para Morena y sus aliados obtengan “carro completo” en la próxima elección del dos de junio, a menos que la ciudadanía salga a poner un “estate quieto” a los del partido guinda.
Las encuestas que publican de manera cotidiana en medios impresos y en redes sociales, colocan a la marca “Morena” en el primer lugar de las preferencias.
En el país tenemos un presidente que mantiene un nivel de aprobación que supera el 60 %, bastante alto tomando en cuenta el desastre gubernamental principalmente en materia de seguridad.
En el caso de Baja California, continúa el arribo de elementos del Ejército México, Guardia Nacional (GN) y la situación de inseguridad no ha mejorado, las cifras de incidencia delictiva de la federación así lo demuestran.
De la participación ciudadana va a depender que el resultado electoral sea un triunfo para la oposición o un simple trámite para los morenistas.
El problema será que en caso de un triunfo de Morena con mayoría en la Cámara de Diputados y Senadores, podrán reformar la Constitución a su gusto y para su beneficio, cuidado, mucho cuidado.
En Baja California la oposición está muy debilitada, los partidos que conforman la alianza Fuerza y Corazón por México, PAN y PRI (a nivel federal también va el PRD ) pero en el estado no terminó de cuajar esa triada.
Estos dos partidos tienen muy poco que ofrecer, están echando mano de políticos del pasado y la verdad es que si bien les va solo les va a alcanzar para mantener el registro.
Los exhortos del Congreso como los llamado a misa
Apenas el 25 de enero pasado, en el Congreso local, la diputada Santa Alejandrina Corral Quintero hizo un exhorto a la Auditoría Superior del Estado (AseBC), para que revisaran el origen de los recursos con los que el Ayuntamiento de Tijuana pagó la deuda pública de la ciudad.
Ya pasaron más de 14 días de este exhorto que aprobaron por mayoría los integrantes de la XXIV Legislatura y nada, aún no hay resultados de esta revisión.
La alcaldesa se ha mantenido firme en su dicho de que pagó la deuda pública de la ciudad ( más de 2 mil 300 millones de pesos) de los ahorros generados en los dos años de su gestión.
A más de un político le llamó la atención este asunto del pago de la deuda, pero más llama la atención es que el tesorero del gobierno municipal de Tijuana prácticamente desapareció de la administración pública desde que se dio a conocer el pago de la deuda.