Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 8 DE FEBRERO DE 2024.- Las lluvias que han caído en lo que llevamos de esta temporada no pueden, como repiten hasta el cansancio los funcionarios municipales, considerarse como un saldo blanco, si bien no hay víctimas fatales, los damnificados somos todos los que transitamos por las calles, porque ahora sí que adiós al programa Bye Bye Baches.
El agua, dicen los que saben, es el peor enemigo de los pavimentos, y basta un recorrido por las calles de la ciudad para notar que, aunque ya habían sido pavimentadas con el programa de adiós a los baches, con las lluvias, pareciera que no se hizo la inversión de más de 300 millones para reparar los hoyos en la cinta asfáltica.
Solo por citar un ejemplo, las calles del primer cuadro de la ciudad resultan intransitables para los vehículos, casi todas las intersecciones tienen al menos dos baches, la avenida Paseo Reforma en la delegación Sánchez Taboada, rehabilitada apenas en noviembre del año pasado, ya está nuevamente llena de fracturas en el pavimento.
El programa Bye Bye Baches, al parecer, se realizó con materiales de baja calidad o con un trabajo mal ejecutado, la pavimentación no soportó la primera temporada de lluvias y, en varias colonias, las vialidades principales volvieron al estado en el que estaban antes de que comenzarán los trabajos.
Además de las deficiencias con el programa de bacheo, otra reparación de las que mayormente presume a alcaldesa Monserrat Caballero Ramírez es la de las luminarias, pero estas tampoco pasaron la prueba de las lluvias y hay zonas de la ciudad que actualmente están obscuras porque las lámparas fallaron.
Esta situación abre una interrogante, porque pareciera que los programas de bacheo y alumbrado público solo han servido para que la alcaldesa haga transmisiones en vivo en sus redes sociales para promocionarse electoralmente, y abre la ventana a una gran duda ¿la falta de calidad en las obras influyó en los ahorros para pagar la deuda?