Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 29 DE FEBRERO DE 2024.- Es común que en el último año de ejercicio de las administraciones municipales los alcaldes intenten inaugurar, a costa de lo que sea, obras que desarrollaron durante su administración, lo que no es común es que las anuncien como proyectos futuros.
El caso de ayer, cuando la alcaldesa, que se había mantenido las últimas semanas organizando eventos en colonias sin reporteros que la cuestionen, llamó la atención, no por el anuncio, sino por la fecha y porque parece más un intento por ganar la candidatura de su partido que por realmente informar sobre cosas tangibles, no solo de lucimiento.
Anunciar 126 obras cuando le faltan solo siete meses a su administración, suena más a una carta de buenas intenciones que a un proyecto viable de ser realizado, porque los trabajos que anunció no son posible de ejecutarse antes del 30 de septiembre.
Con todo eso, todavía se dio el lujo de hacer campaña en favor de su partido, condicionó la seguridad de que las obras, necesarias en la ciudad, se realizarán solo si gana las elecciones Morena. Hizo campaña con obras públicas aún inexistentes, así de fácil.
Las verdaderas respuestas nunca las dio, reiteró que ella es responsable de la prevención del delito y los homicidios, que también son delitos, van al alza; tampoco no se ha contenido el cobro de piso y el robo a transeúntes.
Habló de pavimentar 400 kilómetros de vialidades, pero nunca se refirió a las calles que ya habían sido parte de su programa de bacheo y que, tras las primeras lluvias, están igual o peor que antes de que las interviniera.
Volvió a tachar de ignorantes a todos los que se han manifestado incrédulos de que esté liquidada la deuda de la ciudad, pero no exhibió ni ha hecho públicos los documentos que prueben su dicho.
Habló de la compra de un helicóptero para labores de seguridad pública, pero se hizo bolas. Primero dijo que lo haría con recursos propios después con fondos federales, pero como la canción, no dijo cuándo se concretará la adquisición de esa aeronave necesaria en la ciudad.
Le quedan siete meses a la actual administración municipal, tiempo muy corto para ejecutar las 126 obras de infraestructura que como ya le pasó con el Puente del Chaparral, pueden tener complicaciones tardar más tiempo del estimado en concretarse.
El anuncio es más un compendio de buenas intenciones que una mirada a la realidad. Entonces habría que preguntarse ¿y por qué no empezó antes?