Por: Octavio Fabela Ballinas.
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 21 DE MARZO DE 2024.- De octubre de 2021 a enero de 2024, la Patrulla Fronteriza reporta que detuvo a 982 mil 372 personas que cruzaron de manera ilegal en el área de San Diego, todos ellos tuvieron que llegar a Baja California y su paso por la entidad, no fue gratis.
De esa cantidad de personas que cruzaron de manera ilegal, 546 mil 394 son ciudadanos no mexicanos, quienes atravesaron el país para saltar el muro y entregarse a la autoridad norteamericana guiados por bandas criminales.
El hallazgo de un millón 90 mil pesos, 27 mil dólares, 15 cartuchos útiles y documentos de transferencias en un domicilio de la privada Alicante, en la Quinta Sección de Santa Fe, podría ser la confirmación de un secreto a voces: ¡los migrantes son un negociazo!
Es imposible creer que solo dos oficiales del Instituto Nacional de Migración estén involucrados en esta red de complicidad con los traficantes de personas, de hecho, es poco probable que solo sea esa institución la que recibe sobornos para hacerse de la vista gorda.
Recuerdo que, en su momento, la Fiscalía General del Estado de Baja California, negaba la operación de bandas criminales controlando, con armas de fuego, el tráfico de personas en las inmediaciones del muro internacional.
Sucede algo similar a lo que pasa con el tráfico de droga al menudeo, todo mundo sabe que existe, quienes tienen adicción ubican a donde y con quién comprarla y solo las autoridades responsables de la seguridad, dicen desconocer donde se realizan las transacciones.
Una operación aritmética simple nos da una idea del negociazo que resulta de hacerse de la vista gorda con los migrantes, por el estado cruzaron en los últimos tres años 546 mil 394, si cada uno pagó un soborno de cien dólares, significaron una derrama de 54 millones, 639 mil 400 dólares.
Esa cantidad de dinero es imposible que se la entreguen a una sola persona o a dos, ese monto calculado conservadoramente y contando solo a los migrantes extranjeros implica una red de corrupción interinstitucional.
El caso de la posible corrupción en el Instituto Nacional de Migración, no pueden limitarlo a solo dos agentes ni tampoco se pude centrar en un sola institución. El flujo de desplazados que llegan a la ciudad, representan un negocio para unos y conflictos para muchos.