Denuncian estafa inmobiliaria a través de agente certificada por la APIT

Por: Isabel Mercado

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 13 DE MAYO DE 2024.- Una estafa millonaria por 95 mil dólares fue denunciada en contra de Paola Olascoaga Díaz, ex presidenta y agente certificada por la Asociación de Profesionales Inmobiliarios de Tijuana, A.C. (APIT).

En esta red de engaño señalada por Luis Alberto Bailis y su esposa también se involucra al licenciado Adalberto Govea López, quien, de acuerdo a la querella presentada ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por el delito de fraude Específico, con número 0204-2023-36743, se hizo pasar como representante del supuesto propietario de dos terrenos.

El gancho para perpetrar el fraude fueron dos predios ubicados en el fraccionamiento Encanto del Mar; se trata de los lotes 3 y 4 asentados frente a las playas de Tijuana, que en conjunto suman 385.12 metros cuadrados y por los cuales, los defraudados pagaron 95 mil dólares en efectivo.

 

La operación de compra venta se efectuó en junio de 2022 en la oficina de Paola Olascoaga, la cual se ubica en la Zona Centro de Tijuana, con la presencia de la ex presidenta de la APIT acompañada de su asistente; Adalberto Govea, quien llegó acompañado de su asistente y su representado quien presentó una credencial de elector para identificarse como Luis Carlos Hernández Puente, supuesto propietario de los dos terrenos.

Los compradores acudieron acompañados de Filiberto Gamboa, quien fue representante legal de la CTM en Tijuana y a quien habían contratado como su representante legal, quien les recomendó realizar un juicio de prescripción, para que el proceso de entrega de documentos oficiales por los terrenos fuera más ágil.

Para ejecutar la transacción, Paola Olascoaga arribó a su oficina portando una máquina de contar dinero, en la cual se contó cada billete de los 90 mil dólares, cantidad que se sumó a los 5 mil dólares que en forma previa Luis Alberto Bailis le había entregado para el apartado de los predios.

Sin la presencia de un notario público, los defraudados entregaron la millonaria cantidad y firmaron un contrato privado de venta, sin recibir nada a cambio, solo la promesa de que las escrituras de los lotes adquiridos les serían entregadas a su nombre en un lapso de entre tres a seis meses.

Después del pago, Luis Alberto Bailis y su esposa acudían con regularidad a los lotes de Encanto del Mar y en una ocasión, el guardia del fraccionamiento les advirtió que una persona se había presentado como el dueño de esos terrenos.

Al hacerlo del conocimiento de su abogado, este les dijo que posiblemente se trataba de “coyotes” (personas que se dedican a la reventa ilegal de propiedades), por lo que les recomendó ocupar los terrenos.

Los Bailis introdujeron una casa rodante y cercaron la propiedad. Entonces apareció el dueño con su representante legal e interpuso una demanda de desalojo, fue entonces que el abogado de los defraudados, Filiberto Gamboa, les recomendó entregar los terrenos.

Luis Alberto Bailis le reclamó a Paola Olascoaga el fraude de que fue objeto, quien le aseguró no saber nada y sostuvo que a ella también “le habían visto la cara”, pero hasta la fecha no ha presentado denuncia de la estafa en la que supuestamente se le involucró sin su conocimiento.

Peor aún, tras la presentación de la denuncia por el delito de fraude, la ex presidenta de la APIT declaró ante el Ministerio Público no saber nada de ese proceso irregular por el que se entregó en su oficina 95 mil dólares en efectivo.

Adalberto Govea, por su parte, no ha dado la cara ni se ha presentado a los citatorios del Ministerio Público.

A un año de interpuesta la denuncia por fraude, Luis Alberto Bailis y su esposa esperan que el juez determine la fecha para la primera audiencia de su caso.

Sin embargo, las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Baja California les han advertido que son muy tardadas las denuncias por fraude inmobiliario, de las que la FGE reciben un promedio diario de cinco a seis diarias.

Luis Alberto Bailis se dice decepcionado, particularmente porque intentó de hacerse de un patrimonio siguiendo las recomendaciones de buscar asesoría con agentes inmobiliarios certificados y con el apoyo de abogados reconocidos en Tijuana, quienes, acusó, lo envolvieron en un entramado fraudulento que le ha costado más de cien mil dólares y el estar acusado de invadir propiedad ajena.

Esquina 32 trató de contactar a Paola Olascoaga para conocer su versión, pero hasta el momento no ha respondido.