Por: Octavio Fabela Ballinas.
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 30 DE MAYO DE 2024.- Entre el dinero que se entrega a los partidos políticos y lo que cuesta la organización del proceso electoral, los ciudadanos gastamos 500 millones de pesos para tener la oportunidad de elegir a quienes nos van a gobernar.
Haciendo números, por cada uno de los 3 millones 197 mil 732 votos que se esperan para esta jornada electoral se han gastado 156.36 pesos, el no acudir a cumplir con esta obligación ciudadana sería tirar ese dinero.
De mantenerse el nivel de abstencionismo que se registró el último proceso electoral que fue del 61.71, significaría que un millón, 973 mil 320 ciudadanos se quedarían sin votar, lo que significa un gasto inútil de 308 millones 548 mil 380 pesos.
En este gasto ocioso de dinero, faltaría agregar el recurso que cuesta la elección federal, lo ue significa un desperdicio importante de recursos que podrían aprovecharse, por ejemplo, para pavimentar las calles de Tijuana que están completamente desechas.
¿Quién es el culpable de que se produzca este nivel de apatía ciudadana?, primeramente, los gobernantes y después los partidos políticos, los primeros por ejercer la administración pública sin consultar a los ciudadanos y los institutos porque defienden más el interés de camarillas que el de la población.
La designación de candidatos con perfiles poco atractivos, las peleas por el poder y no por un sano ejercicio de la administración pública general propuestas de gobierno inviables y alejadas de las necesidades de la población.
En estos días, es común escuchar a los candidatos repetir hasta el cansancio “seré tu voz” en el encargo que pretenden lograr, pero en el ejercicio de la actividad para la que resultan electos, su trabajo es más de grupos y partidos que de consulta ciudadana.
Por eso es difícil convencer a los ciudadanos que acudan a emitir su voto, los partidos y el gobierno nos han querido vender la idea de que la democracia es solamente un ejercicio del día de la elección, porque en la práctica, se les olvida, siquiera mencionarla cuando están en funciones.
Con independencia de cuales son sus preferencias, es importante salir a votar el próximo domingo, si no lo hacemos por la convicción de que estamos participando en una decisión importante, al menos hagámoslo para no tirar el dinero que costó el proceso electoral.