Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 26 DE SEPTIEMBRE DE 2024.- Hace exactamente un mes y tres días que la familia de Servando Salazar Cano denunció la desaparición, señalaron desde el principio que al hombre de 35 años nadie lo vio salir de la planta de la empresa Prime Wheel donde trabajaba como gerente de mantenimiento.
En esa empresa, dedicada a procesar material metálico, existen muchas formas de deshacerse del cuerpo de alguna persona, aunque eso es un hecho innegable, la Fiscalía General del Estado todavía no examina el área de hornos que es un sitio clave en esta desaparición.
La familia de Servando, todavía no se explica cuál es la dificultad para que la autoridad, que tiene si se necesita, la posibilidad de detener por la vía legal la operación de la empresa manufacturera de rines automotrices, todavía no contesta ¿Qué pasó con Servando?
La respuesta de la autoridad demuestra que está fallando el sistema para atender el grave problema de personas desaparecidas que existe en Baja California; pese a que el aviso fue a tiempo, la Fiscalía del Estado tardó más de una semana en ingresar a la empresa.
Transcurrido más de un mes, la autoridad todavía estudia de qué forma analizará los dos hornos de la empresa que se han mantenido en operación más de 28 días después de la desaparición de Servando, esos equipos trabajan a 760 grados centígrados (1400 F).
Las autoridades investigadoras, por lo pronto tienen sujetos a proceso a Moisés y José Alfredo, ingeniero y supervisor general de la empresa, respectivamente, por la presunta participación en el delito de desaparición forzada cometida por particulares.
Este caso muestra que, en un espacio reducido es posible desaparecer a una persona y que los protocolos para la búsqueda por parte de la Fiscalía del Estado dejan mucho margen para que las huellas del delito puedan ser borradas.
La esposa de Servando, ya reconoció que son nulas las posibilidades que el padre de sus cuatro hijos regrese a casa, pero se mantiene en la lucha porque quiere que la autoridad le diga qué pasó con él, esa respuesta no se la dan.
Y es representativo porque miles de familias que buscan a uno de los suyos que está desaparecido se hacen la misma pregunta y las autoridades les dan la misma respuesta ¡No se! Ojalá el caso de Servando genere cambios en la forma de trabajar de la autoridad cuando una persona desaparezca.
Aunque el mayor deseo es que ya no tengan que estar buscando a nadie, ojalá y las cosas mejoren. ¡Ojalá!