Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 06 DE FEBRERO DE 2025.- Las personas intentando cruzar a los Estados Unidos, no son exclusivamente trabajadores tras los dólares, se trata de familias desplazadas por la violencia que afecta, principalmente a los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán y últimamente Sinaloa.
No es con la fuerza armada como lograrán detenerlos, los estadounidenses han gastado mucho dinero, recursos tecnológicos y también personal armado para tratar de evitar que la gente cruce la frontera sin visa, hasta hoy no lo han logrado.
Lo que el Estado Mexicano necesita hacer, es lograr la paz en las comunidades que están abandonando las personas que huyen luego de ser víctimas de criminales que actúan sin pudor y con la tranquilidad de que no serán detenidos y no recibirán el castigo que marca la Ley.
Según la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), más de 400,000 personas han sido desplazadas internamente en México en las últimas dos décadas debido a la violencia.
Entre las causas que provocan el desplazamiento de las familias la principal es la violencia y crimen organizado, también hay quienes se enfrentan por conflictos territoriales y sociales, otros huyen a causa de desastres naturales y algunos, los menos por megaproyectos y expropiaciones.
Lamentablemente el Estado Mexicano no cuenta con una ley específica sobre desplazamiento interno, aunque la Suprema Corte ha reconocido el problema y se han propuesto reformas estas descansan el sueño de los justos en el Congreso de la Unión.
El apoyo con refugios, asesoría legal y tratamiento psicológico para las familias desplazadas lo ofrecen organizaciones de la sociedad civil que vienen de atravesar seis años en las que fueron criminalizadas como sistema para negarles apoyos oficiales.
Aunque algunas entidades, como Baja California, han hecho esfuerzos tímidos por ayudar a resolver el problema, no existe respuesta oficial y los desplazados siguen siendo ignorados por quienes tienen la obligación de que no necesiten huir de sus pueblos.
Otro sector son los extranjeros que también por violencia, desastres naturales y condiciones político-económicas han tenido que abandonar sus países de origen, en su mayoría están en calidad de indocumentados porque no tienen visa en México.
El Instituto Nacional de Migración (INM) suspendió la emisión y renovación de la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH) a principios de 2024. Esta tarjeta, que permite a los migrantes transitar legalmente por el país y acceder a servicios como empleo formal y atención médica, dejó de ser expedida sin previo aviso.
Esa imposibilidad de establecerse legalmente la orilla a relacionarse con bandas criminales que en ocasiones los secuestran y les quitan la vida, también los llevan a través de la frontera por zonas inhóspitas donde peligran.
Todo porque no hay paz, por eso, en vez de poner ejércitos para cuidar la línea internacional, el Estado Mexicano debería preocuparse por lograr la tranquilidad necesaria para que las familias dejen de buscar, en otro país lo que en el nuestro no encuentran.
Los Guardias Nacionales deberían estar cuidando en los estados expulsores, en vez de estar todo el día viendo un muro que ni es nuestro.