Tiro de esquina: ¿Cómo se les escapó?

Ya que 400 elementos de la FESC, la Policía Municipal y la Guardia Nacional acudieron en auxilio para intentar detener a un joven atrincherado en una casa.

Por: Octavio Fabela Ballinas

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 10 DE ABRIL DE 2025.- El operativo de captura de un presunto delincuente reclamado por los Estados Unidos, dejó como saldo, la muerte de la jefa de la Unidad de Enlace de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana y la vergüenza para esa y otras corporaciones.

En un juego de cuatro palabras, primero empezaríamos por cuestionar ¿cómo…? ¿se les escapó? Ya que 400 elementos de la FESC, la Policía Municipal y la Guardia Nacional acudieron en auxilio para intentar detener a un joven atrincherado en una casa.

El caso es indignante por donde se lo mire. No se trata solo de una fuga. Se trata de la aparente facilidad con la que un individuo señalado por un crimen tan grave como el asesinato de una integrante de la fuerza pública pudo evadir la custodia del Estado.

Lo que sigue es una lista de preguntas sin respuestas claras. ¿Falla humana? ¿Complicidad? ¿Una cadena de negligencias? ¿Corrupción? Todo está sobre la mesa, la autoridad no ha sido capaz de emitir un comunicado de lo que sucedió.

La Policía Municipal fue la primera en responder, en un escueto comunicado dijo que su labor se limitó a custodiar los cruceros para que la ambulancia que trasladó a la oficial Abigail Esparza Reyes de 33 años al hospital. ¡Vaya manera de lavarse las manos!

Pese a que uno de sus mandos falleció, la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana no confirmó el fallecimiento de la oficial y tampoco se ha manifestado sobre el porque escapó el presunto responsable.

Este tipo de hechos borra de un balazo la poca confianza que existe en los cuerpos de seguridad pública, ¿Qué puede pensar un ciudadano común cuando ni siquiera se garantiza la custodia de alguien que ya estaba en manos de la autoridad?

¿Qué nivel de protección se le puede prometer a la población si no se cuida siquiera a quien debe responder ante la justicia por la muerte de una oficial sea detenido y presentado ante un juez para que sea juzgado y en todo caso, catigado?

Seguramente las autoridades anunciarán una investigación exhaustiva. Pesquisas que seguramente nos dirán que no pueden dar a conocer “por el sigilo” “para no entorpecer el resultado” y no se cuántas excusas más.

En un caso como este, la sociedad necesita certezas, resultados y responsabilidades claras. Porque en esta historia ya no solo hay una víctima, sino también una burla al sistema que debería protegernos a todos. Y mientras tanto, la pregunta molesta como una espina en la conciencia pública: ¿cómo se escapó?