Por Adán Mondragón
BAJA CALIFORNIA A 25 DE MAYO DE 2021.- La seguridad en Baja California es un tema que desatendió el gobierno del morenista Jaime Bonilla Valdez, eso explica que en sus 18 meses al frente del Ejecutivo en el estado se cometieron 131, 085 (ciento treinta y un mil ochenta y cinco) delitos.
Del 1 de noviembre del 2019 al 30 de abril del 2021 en esta entidad fronteriza se cometen 7 mil 282.5 por mes, un promedio de 10.11 delitos por hora; en su mayoría son robos en sus diferentes modalidades, a comercio, casa habitación, transeúnte, vehicular, con y sin violencia.
En este periodo de 18 meses son 43 mil 908 robos (negocio, casa habitación, vehicular, en vía pública con y sin violencia) los que se cometieron, un promedio de 2 mil 439 por mes, es decir, un promedio de 81 ilícitos por día, 3.3 por hora.
Los asesinatos son un problema que tampoco se ha podido erradicar; pues en el año y medio de gobierno del morenista Bonilla Valdez hay registro de 4, 430 (cuatro mil cuatrocientos treinta) víctimas de homicidio dolosos.
En promedio son 246 homicidios s al mes, un promedio de 8.2 por día, cifra que mantiene a Baja California entre los primeros tres lugares a nivel nacional donde más ejecuciones se registran mes con mes, según los reportes oficiales de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Los especialistas en materia de seguridad señalan que los robos disminuyeron sensiblemente “gracias” a la pandemia de covid19, sin embargo, los homicidios dolosos no registraron una disminución considerable en la región.
Al inicio de su gestión, en un encuentro con residentes de la zona este, Jaime Bonilla Valdez afirmó que la seguridad en el estado es responsabilidad del gobernador; con estas cifras nos podemos dar cuenta que al mandatario ha faltado a su palabra.
Las cifras de inseguridad en Baja California dejan en claro que no hay coordinación entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno (federación, estado y municipios, todos encabezados por morenistas) o hay un profundo desinterés en el tema.
Lejos de asumir su responsabilidad, Jaime Bonilla culpó primero al alcalde de Tijuana y luego a la alcaldesa de Tecate, de no “trabajar” en materia de seguridad, a los alcaldes de Ensenada y Mexicali, siempre les solapó los malos resultados en la materia.
Al gobierno de Jaime Bonilla le restan seis meses (concluye el 30 de octubre del 2021) de continuar la tendencia delictiva en la región, la administración del morenista podría terminar con un acumulado de más de 170 mil delitos.