Las niñas también pueden ser bomberas
Según los adultos con los que crecí, ser bombero era algo que solo podían hacer los niños
Por Lourdes Loza Romero
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 17 DE AGOSTO DE 2021.- En la década de los años 90 todavía se usaba separar las profesiones y vocaciones en “lo que es para niñas” y “lo que es para niños”, por los usos y costumbres de la época.
Una de estas vocaciones era la de ser “bombero” que, según los adultos con los que crecí, era algo que solo podían hacer los niños.
Afortunadamente en las últimas décadas esto ha cambiado y las mujeres han tenido la oportunidad de abrirse paso en estas y otras áreas, demostrando que las niñas pueden ser y aspirar a dedicarse a lo que quieran.
Actualmente en Baja California 65 mujeres forman parte de las corporaciones bajacalifornianas, Tecate fue la primera corporación que le abrió las puertas a la primera mujer bombera, Lidia Rivera, en 1999 y aún permanece activa.
Posteriormente Tijuana y Mexicali en 2002 recibieron a sus primeras elementos, en 2005 lo hizo Ensenada y a la fecha es el municipio que cuenta con más de 30 mujeres en sus filas, entre voluntarias y de base.
Playas de Rosarito apenas este año incorporó a seis mujeres voluntarias que son parte de la primera generación de su Academia.
El caso de Rosarito sirve para reflejar lo que puede pasar una mujer que intenta desempeñarse en un ambiente que por años ha estado liderado por el sexo opuesto. Para hacer este texto solicité a través del Portal de Transparencia información sobre las fechas en las que ingresaron las primeras mujeres bomberas a cada corporación, en el quinto municipio no tenían esa fecha.
De acuerdo con lo que me expresó el director actual, la cuestión fue que sí tuvieron una elemento en años anteriores, pero por problemas que tuvo con la esposa de un bombero se tuvo que retirar.
Es una de las problemáticas a las que se enfrentan las mujeres, que los hombres no “se sepan comportar” y crean que es obligatorio pretender una relación con sus compañeras.
Hablando con algunas mujeres adscritas a la corporación tijuanense, que de manera anónima aceptaron aportar sus testimonios, confirmaron que deben marcar límites de respeto con los colegas y evitar malentendidos.
Sin embargo, también se deben enfrentar a la competencia machista que existe entre las propias mujeres que buscan la aceptación y la validación de los compañeros.