Personas con discapacidad motriz en riesgo al acudir a la clínica 27del IMSS
Sin rampas y banquetas llenas de carros y vendedores impiden su movilidad
Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 20 DE AGOSTO DE 2021.- Pese a que es la Unidad de Medicina Familiar 27 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), atiende a una gran población derechohabiente, la zona en la que están asentadas estas instalaciones no ofrecen un entorno accesible para personas que enfrentan algún tipo de discapacidad motriz, pues sus banquetas se encuentran con autos estacionados y vendedores ambulantes.
La Clínica 27 se encuentra sobre el Boulevard Díaz Ordaz entre las avenidas Federico Benítez y José San Martín, en ambas confluencias, no se cumplen con las disposiciones de facilitar la movilidad de las personas con algún tipo de discapacidad, pero además, las aceras están invadidas por carros, lo que obliga a las personas en silla de ruedas a bajar de las mismas y avanzar sobre el arroyo vehicular.
Don Francisco Zamora, es uno de los 400 mil derechohabientes que acude a consulta de seguimiento médico en la Clínica 27 y es parte de la población de adultas mayores que necesitan llegar a dichas instalaciones que se desplaza en silla de ruedas y cada vez que tiene cita, debe lidiar con este entorno que complica su movilidad.
“No es posible que las personas con tal de ganarse unos pesos nos pongan en riesgo de ser atropellados, las banquetas son invadidas por carros que manejan personas que no tienen problemas de movilidad, por vendedores de comida que obstruyen el paso, lo peor que es que esto sucede pese a que hay policías en el lugar”, lamentó Don Francisco.
En un recorrido por la zona, Esquina32 pudo confirmar que en la esquina del bulevar Díaz Ordaz y José San Martín hay taxis blanco y verde que hacen sitio e impiden el paso peatonal, en ella no hay rampa de acceso y la posibilidad de subir a la banqueta está obstruida por un puesto en el que venden hamburguesas, además de que tres casetas telefónicas.
En el otro extremo, sí hay una rampa en la baqueta, pero no hay un semáforo que permita el cruce peatonal y el libre tránsito de personas con discapacidad se ve obstruido por una jardinera que no cuenta con banqueta ni rampas de acceso además de que por ser una vialidad de vuelta continua para los automovilistas resulta peligroso para las personas con problemas de movilidad.
“Ya he intentado comunicarme con la autoridad para que hagan algo, pero no me responden” dijo el señor Francisco, quien aseguró que al reclamarle a los señores que se dedican a acomodar los carros frente a los negocios aledaños a la clínica, le respondieron de forma por demás agresiva, además de que lo ignoraron.