Por Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 18 DE OCTUBRE DE 2021.- El cambio en el proyecto de construcción del Viaducto Tijuana, que pasó de ser una inversión privada a federal dejó fuera a las empresas de la construcción de esta ciudad que ya habían realizado un convenio de participación con la empresa Conjunto de Servicios Industriales que les permitiría concursar para realizar trabajos complementarios.
“Cuando se anunció que sería un proyecto realizado por una empresa de la ciudad de México, la CMIC hizo gestiones con ellos para que los constructores locales pudiéramos participar en concursos de forma interna para asignación de obras como las casetas de cobro y gasas de acceso” explicó en entrevista, Jesús Rincón Vargas, presidente de la CMIC.
No es el primer cambio en la forma de realizar la obra que fue presentada durante el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, en marzo de 2016, proyectada como una Asociación Pública Privada que fue adjudicada luego de licitación a Cointer Concesiones México S.A de C.V., la empresa presentó en 2019 un amparo porque el Congreso del Estado no liberaba recursos.
Al inicio de la gestión de Jaime Bonilla Valdez, el 23 de abril de 2020 el proyecto se adjudicó sin licitación al consorcio Conjunto de Servicios Industriales alegando que el anterior estaba plagado de corrupción, con ese cambio el costo del proyecto ejecutivo creció de 33 millones a 120 millones de pesos.
A unos minutos de concluir el último evento que tuvo en Baja California, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que destinaría 10 mil millones de pesos que fueron liberados del Fideicomiso de Aduanas “al ser dinero federal la empresa que gane el concurso deberá ejecutar la obra completa lo que descarta que pueda haber participación local” lamenta el presidente de la CMIC.
Rincón Vargas confía en que “diez mil millones de pesos, si se invierten bien podrían alcanzar para realizar obras de infraestructura en Tijuana y Rosarito, eso permitiría a las empresas locales a ganar licitaciones”.