Madres migrantes: entre la discriminación y sin acceso a la salud

Por Korina Sánchez S.

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 10 DE OCTUBRE DE 2021.- Las madres migrantes que llegan a Tijuana viven un panorama de incertidumbre en su salud, pues no tienen acceso a los servicios, por lo tanto, se les dificulta cuidar de sus hijos cuando están en gestación y una vez que estos nacen, lamentó la integrante de la Red de Parteras, Ximena Rojas.

Además de la falta de certeza económica, laboral y de salud, también sufren discriminación en la ciudad fronteriza que los aloja, mientras buscan asilo en Estados Unidos.

Durante la mesa de Diálogo entre fronteras: acceso al derecho a la salud de personas en movilidad como resultado del trabajo colaborativo llevado a cabo en municipios de los estados fronterizos de Chiapas y Baja California, organizada por al Universidad Ibero, expertos coincidieron en la inaccesibilidad a los servicios de salud para este grupo vulnerable.

Explicó que incluso, hay mujeres migrantes portadoras del VIH Sida y que, sin saberlo, contagian a los bebés.

“Hemos hecho muchas detecciones, nosotros desde que empezamos a conocer a las mamás inmediatamente mandamos hacer laboratorios y ultrasonidos y nos dimos cuenta que había altas cantidades de mamás gestando que no sabían que tenían VIH”.

“Habían tenido un primer diagnóstico, pero no hubo un intérprete que les explicara”.

  • La barrera del “ID”

Para la gente en tránsito es un limitante no contar con acta de nacimiento u otras identificaciones, para tener acceso a la salud, resaltó.

“Nosotros lo que hicimos fue abogar por las personas que estaban en situaciones así, sin documentos”.

Para las organizaciones civiles, lo mejor es que el Instituto Nacional de Migración y otras instituciones como la Dirección de Atención al Migrante municipal trabajen conjuntamente, para que se les otorgue identificación a todos los migrantes.

“Eso pareciera que no tiene nada que ver con salud, pero tiene todo que ver porque a veces es el único impedimento para que puedan recibir algunos tipos de cuidados, registrar a sus bebés”.

Grupos de brasileños, haitianos, hondureños, nicaragüenses, salvadoreños, guatemaltecos, llegaron a Tijuana a partir de 2016, en cantidades grandes, en busca de asilo en el país vecino, sin embargo, la espera se ha prolongado por años.

La codirectora de Refugee Health Alliance, Psyque Calderón Vargas dijo que además de la falta de acceso a la salud por parte de los migrantes, también existe discriminación en el trato.

 

“Es uno de los obstáculos más grande que el médico o médica no tengan el entrenamiento adecuado para atender a una persona que no se parece a ellos, que no habla el mismo lenguaje o que simplemente se ve diferente”.

  • Orientan a jóvenes migrantes para no caer en suicidio

A diferencia de la salud física, la salud mental no se ve como prioritaria para el grupo de migrantes que habitan en el puerto fronterizo de Tijuana, El Chaparral, afirmó el representante de Psicólogos Sin Fronteras, Luis Gómez, quien destacó el trabajo que se hace con los jóvenes.

Parte de la atención de los psicólogos es orientar a los jóvenes no acompañados, a través de un plan de vida con el que se sientan seguros, incorporados a la sociedad y productivos y así evitar cualquier idea suicida.

“Talleres de capacitación. Concientización con relación a la ideación suicida”.

Pero la idea de la organización es que se reconozca la psicología como una forma de intervención primaria para los migrantes, que, con otra cultura, no ven primordial atender la salud mental.

“Pudimos detectar que la salud mental tenía que generarse desde una implementación integral”.

Tan sólo entre 2018 y 2019 llegaron alrededor de seis mil migrantes centroamericanos en caravanas.