Por Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 18 DE OCTUBRE DE 2021.- Para la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, la “reforma eléctrica” que impulsa el gobierno federal, no es más que un chantaje de Manuel Barlett Díaz, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contra las empresas, por lo que, de aprobarse, México perdería la confianza de los inversionistas.
Lo que pretende hacer el gobierno federal es monopolizar la generación de energía eléctrica, además lo haría de forma más cara, de manera sucia e ineficiente, añadió la senadora integrante del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional.
En su exposición durante la sesión semanal del Grupo 21, Xóchitl Gálvez, comentó que de aprobarse la reforma al sector eléctrico, esto traería consecuencias graves al país, porque habría incrementos en el costo de la energía, además de sanciones internacionales.
Dentro del documento, se contempla la cancelación de permisos para quienes generan energía limpia, a través de paneles solares, esto incluiría a quienes en sus viviendas ya cuentan con esta tecnología.
Reconoció que hay manera de perfeccionar la actual reforma eléctrica que se aprobó en la pasada administración, pero definitivamente, aprobar lo que propone el gobierno federal sería un retroceso.
Este debate en el sector eléctrico no debe ser por cuestiones ideológicas, sino de carácter técnico; lo que están promoviendo es el odio, al decir que los grandes empresarios pagan menos por la electricidad.
Argumentó que actualmente en el 95 % de los hogares del país se paga una tarifa de 79 centavos por kilowatt hora, mientras que las empresas como Bimbo, Oxxo, entre otras, pagan a 5.20 kilowatt hora.
Esto significa que ellos hicieron una inversión para la generación de energía limpia, porque en su momento la CFE no tenía la capacidad para abastecerles, si se hacen las modificaciones habrá un aumento del costo para los usuarios domésticos.
Si es cierto que hay corrupción con las empresas que se benefician de la generación de energía eléctrica, que los sancionen, hasta el momento no hay nadie sujeto a proceso, expuso la senadora.
Reveló que ha tenido presiones de carácter político por su postura firme en contra de la reforma eléctrica; me dicen que me investiga la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), no me intimidan, me seguiré oponiendo a la reforma con argumentos sólidos.
En el Senado hay una oposición firme, a lo mejor en la Cámara de Diputados si habrá un avance en la aprobación de la reforma, pero no creo que les alcance en el Senado, enfatizó.