EU propone “Check Point” migratorio a un kilómetro en territorio mexicano
Por: Octavio Fabela Ballinas y Manuel Ocaño
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 24 DE NOVIEMBRE DE 2021.- El gobierno de Estados Unidos reconoció que no cuenta con agentes de la patrulla fronteriza suficientes para abrir todas las puertas de las garitas de Tijuana y Tecate y por ello plantea la instalación de un punto de revisión un kilómetro antes de llegar al cruce internacional.
En conferencia de prensa conjunta con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, el cónsul en Tijuana Thomas E. Reott refirió que la agilización de los cruces es uno de los temas de la agenda bilateral con el gobierno de Baja California y que mucho del personal que tiene para la custodia de la frontera se encuentra desplegado para supervisar que indocumentados ingresen a su país.
“Los oficiales que deberían estar en las casetas los tenemos que colocar vigilando el tráfico, por eso le hemos plateado al gobierno mexicano instalar un punto de revisión a un kilómetro de distancia de las garitas con personal del Instituto Nacional de Migración mexicano, para poder abrir más casetas de cruce legal”, declaró el diplomático.
Desde finales de 2017 luego del intento de cruce masivo de la primera caravana de migrantes de origen centroamericano, varias de las puertas de ingreso a Estados Unidos en las garitas de Tijuana y Tecate fueron cerradas y así permanecen hasta la fecha.
Quiere embajador Salazar “la mejor frontera del mundo”
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo en conferencia en Tijuana este miércoles esperar que México y Estados Unidos tengan pronto “la mejor frontera del mundo”, con base en seguridad compartida, impulso económico con una nueva garita y cuidado ambiental.
Al final de una visita de tres días a Baja California, el embajador dijo que con tecnología y cooperación se puede alcanzar una mejor frontera.
Reconoció que los residentes de ambos lados de la frontera viven con miedo, pero presentó sin detalles un plan bilateral que puede aportar mayor seguridad.
“Ayer tuvimos una reunión entre el Departamento de Justicia y todas sus agencias, con sus contrapartes en México, y alcanzamos acuerdos acerca de cómo vamos a compartir seguridad” para mejorar las condiciones comunes, dijo.
El Departamento de Justicia dijo a Esquina 32 que a la reunión asistieron por Estados Unidos el subprocurador para asuntos internacionales, Bruce Swartz, el fiscal federal interino en San Diego, Randy Grossman; el fiscal general de California, Rob Bonta, el FBI; la DEA, la Oficina para control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF); Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI); CBP, la patrulla fronteriza y la fiscal de distrito, entre otros.
La delegación mexicana, encabezada por el subsecretario de Seguridad Pública Ricardo Mejía (SSPC), estuvo integrada por representantes de la Fiscalía General de México (FGR), la Procuraduría General de Justicia de Baja California, la Armada (SEDENA), la Armada, (SEMAR), la Instituto de Migración (INAMI), Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Guardia Nacional y Cancillería (SRE).
Salazar dijo que como un ejemplo concreto de la nueva forma de cooperación, han comenzado a trabajar conjuntamente la patrulla fronteriza y el Instituto Nacional de Migración (INM).
Aunque el diplomático no lo mencionó, la patrulla informó la semana pasada sobre operativos en colaboración con el INM en que detuvo a 711 migrantes y a dos traficantes de personas.
En otros temas, el embajador dijo que los dos gobiernos van a priorizar la apertura de la garita de cuota Otay 2 y un proyecto que el gobierno estadunidense financia con 300 millones de dólares para sanear los derrames de aguas negras que cruzan la frontera en el Valle del Río Tijuana, que se ubica al norte de la frontera.
El embajador Salazar dijo que “gracias al liderazgo de la alcaldesa Montserrat Caballero, se ha reducido a 400 el número de personas en (el campamento de) El Chaparral”.
Dijo esperar que también ese cruce peatonal reabra próximamente, pero el embajador también dijo esperar que, a más largo plazo, los gobiernos de México y Estados Unidos trabajen para resolver en los lugares de origen los motivos de la migración.
