Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 4 DE MARZO DE 2022.- Las lluvias en Tijuana deslavaron aún más la ladera de la Colonia Camino Verde y algunos vecinos que habitan las viviendas en riesgo de derrumbe, no pudieron dormir por el temor de colapso, ante los crujidos del cemento.
Hilda que vive en la Calle Sierra Encantada dijo en entrevista que pasó la noche en vela, en la vivienda que habita junto con sus dos hijas; busca a dónde ir a vivir porque su hogar fue etiquetado en color rojo, como el riesgo inminente de derrumbe.
“Sabemos que tenemos que salirnos, pero no sabemos cómo le vamos a hacer para dónde irnos porque esto va a seguir, de hecho, ni dormimos todos aquí nada más salíamos a ver los cambios algún tronido, pero no nada, hace rato andaba yo revisando las calles para ver los cambios y sí están más separadas”, dijo en entrevista.
Su vecina, la señora Lola Nava Hernández que habita en la casa marcada con el número 12771, de la misma calle Sierra Encantada explicó que su casa también tiene daños estructurales, fue señalada como inhabitable y tendrá que dejarla.
En la casa de la señora Nava comenzaron a derribarse las habitaciones en la parte posterior, algo que la deprime, ya que desde los años noventa, cuando se formó la colonia Camino Verde levantó su casa en la que pensó envejecería junto a su pareja.
En la calle Víctor Islas Parra el daño es evidente: Una zanja de aproximadamente 15 centímetros la atraviesa en una zona, además en las casas las grietas crecieron y los moradores se resignaron a que ya perdieron su patrimonio, como es el caso del señor Hilario que vive en una de las viviendas más afectadas.
Mermado de su vista, el señor Hilario recordó que en las lluvias de los años noventa, su casa resistió al igual que la de los vecinos, por esta razón dice no explicarse qué es lo que está sucediendo en la colonia; asegura que él ha notado que llegan personas a hablar del desalojo, pero no sabe a dónde irá a vivir.
Aseguró que desde hace varios años ya se producían las fisuras en el pavimento frente a su casa, pero esos daños los reparaba él mismo “pero ahora ya no es posible rellenar”.
Por su parte Juan, uno de los vecinos (de una zona que no es la del derrumbe) refirió que su oficio es albañil y que varios de los residentes lo llamaron para ver la magnitud de la fisura en la calle, con la esperanza de que pudiera repararlo con cemento, pero lamentó que ya no se pueda hacer nada por remediar la situación.