Por: Octavio Fabela
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 6 DE SEPTIEMBRE DE 2022.- La falta de espacios en escuelas de la Zona Este sigue afectando a familias y una madre pidió a la primaria Vicente Suárez que le regresen los lugares para sus hijos con discapacidad vuelvan a clases presenciales, otros dos menores buscaron espacio en el mismo plantel, luego de cambiarse de residencia por un caso de violencia familiar.
La señora Grisell Guadalupe padece diabetes tipo 2 y junto a una serie de complicaciones cardiacas la orillan a ser constantemente internada en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Explicó que al no producir glóbulos rojos, en la institución médica no encuentran la causa del problema de salud que padece.
“A mi me internaron justo cuando los niños iniciaron presenciales, entonces yo no cuento con personas que me ayuden a llevar a mis niños a la escuela. Yo duré una semana internada y al salir yo no podía caminar, ni hacer ningún esfuerzo, me ordenaron reposo, no puede llevar a los niños a la escuela y me los dieron de baja por tanta demanda de niños querían entrar, mis niños perdieron su lugar”, explicó.
La madre contó que sus hijos padecen discapacidad, Jorge quien debió entrar a cuarto grado, padece Microtia Cerebral, una enfermedad que le provoca parálisis del lado derecho y dificultad para hablar. Por su parte, Érick Joel debería cursar el quinto grado de primaria, padece lento aprendizaje a causa de un estado de coma por negligencia médica a lo largo de cinco meses, vivió tres infartos cerebrales, tres de corazón y tres respiratorios.
La señora Grisell detalló que pese a recurrir constantemente a la escuela, solo le dicen que no hay lugar por la alta demanda. Agregó que le es imposible tratar de mover a sus hijos de escuela ya que ella no puede agitarse por su condición de salud, por lo que pidió que se reconsidere el espacio que sus hijos ya tenían en el plantel.
“Mi condición no debe ser impedimento para que mis hijos estudien, yo no quiero que mis hijos se retrasen, ellos deben acabar su primaria y tener su secundaria, porque si el día de mañana yo falto, deben tener estudio para abrirse camino”, puntualizó.
Tras mudarse por violencia, se quedaron sin escuela
Por su parte, la señora María Azucena Álvarez denunció que ya recorrió todas las escuelas de Villa del Campo y Parajes y solo le dicen que no tienen lugar y no pueden dejar en lista de espera a sus sobrinos, de quienes está a cargo luego de vivir una situación de violencia familiar por la que atravesaron.
La señora Álvarez explicó que sus sobrinos, Diego y Alessa deben cursar el tercero y primer año de primaria respectivamente, y que pese a que reiteran que todos los niños deben tener acceso a una educación, están privando a los pequeños a que puedan seguir con su escuela.
“La verdad, si se siente uno impotente, las clases ya van avanzadas y en ninguna escuela nos dan respuesta, ni siquiera nos dejan pasar con los directores, el que cuida la puerta nos dice que no hay lugares, ya ni para lista y que no regresemos”.
Piden que las autoridades los volteen a ver
Brenda Janette Rodríguez, presidenta del Comité de la colonia Parajes del Valle expuso que en su comunidad no hay espacio en ningún nivel educativo, dejando a una docena de menores sin la posibilidad de estudiar.
La señora Rodríguez apoyó a los padres de familia, se presentó como representante de la comunidad y entregó los listados de los estudiantes que necesitan integrarse a las clases antes de que continúe el ciclo escolar.
Reiteró que en esta situación sucede con más niños y niñas que también viven en la zona, aseguró que en la escuela más cercana tampoco tiene espacio y está a 30 minutos de distancia en transporte público.
La representante de Parajes del Valle, lanzó un llamado a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda y a la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero para que volteen a ver la situación que están pasando y recuerden los tiempos de campaña electoral cuando fueron apoyadas por la comunidad.
“Necesitamos que nos volteen a ver, que nos apoyen con un espacio para los niños, las madres están dispuestas a comprar el pupitre para que estudien sus niños, con tal de que les hagan un espacio, tanto en preescolar, primaria, secundaria y preparatoria, por eso queremos que nos volteen a ver y nos apoyen. Yo se que tienen la manera de ayudarnos y si se lo proponen, lo cumplen”, concluyó.