Con información de Gabriela Siller
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 30 DE SEPTIEMBRE DE 2022.-El peso cerró el tercer trimestre con una apreciación de 0.16% o 3.3 centavos, cotizando alrededor de 20.08 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un máximo de 21.0535 pesos el 14 de julio y un mínimo de 19.7533 pesos el 12 de septiembre.
Entre los principales cruces del dólar, el peso mexicano fue la única divisa que ganó terreno, ante un fortalecimiento significativo del dólar estadounidense de 6.07% de acuerdo con el índice ponderado, siendo el mayor avance trimestral del dólar desde el cuarto trimestre del 2016, cuando el mercado especulaba que la Fed volvería a subir su tasa de interés luego de un incremento inicial en diciembre de 2015 y cuando Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Esta ocasión, el fortalecimiento del dólar fue debido a los siguientes factores:
1. La expectativa de una postura monetaria más restrictiva en Estados Unidos. Durante el trimestre se ha consolidado la expectativa de una tasa de interés más elevada con incrementos a un ritmo acelerado, debido a que persisten los riesgos al alza para la inflación.
La Reserva Federal ha subido la tasa de interés en 75 puntos base en tres ocasiones: el 15 de junio, 27 de julio y 21 de septiembre. Asimismo, ha revisado al alza sus previsiones de tasa de interés al cierre de 2022 a 4.5% de acuerdo con la mediana de los miembros del FOMC y a 5% en 2023, de acuerdo con varios de los miembros.
Estas expectativas podrían seguirse revisando al alza en el escenario que no se confirme una disminución de la inflación durante los próximos meses, por lo que no se pueden descartar niveles para la tasa de interés mayores a lo proyectado.
En un contexto que la política monetaria de Estados Unidos se ha vuelto más restrictiva, las posturas monetarias flexibles de otros bancos centrales, tanto en términos absolutos como el Banco de Japón y relativos, como el Banco Central Europeo, han ocasionado un debilitamiento de sus divisas.
El Banco de Japón ha reiterado que mantendrá una postura monetaria ultra acomodaticia, debido a que la inflación se mantiene estable en 3% anual. Lo anterior ha hecho que el yen japonés muestre una depreciación trimestral de 6.63%, cotizando en 144.72 yenes por dólar, con el tipo de cambio alcanzando un nivel de 145.90 yenes por dólar, no visto desde el 18 de agosto de 1998.
Por su parte, el Banco Central Europeo ha sido lento para iniciar un proceso de normalización de su postura monetaria. Si bien subió sus tasas de interés en 50 puntos base el 21 de julio y en 75 puntos base el 8 de septiembre, tienen un menor espacio de maniobra para seguir subiendo las tasas a pesar de que las presiones inflacionarias en la Eurozona son mayores.
Esto se debe a que la economía de la región tiene un elevado riesgo de recesión y a que existe el riesgo de inestabilidad política, por lo que incrementos acelerados a la tasa de interés que ocasionen una recesión severa podrían estresar la situación fiscal de los países y fracturar la unión monetaria.
En el trimestre, el euro se depreció 6.51%, cotizando en 0.9801 dólares por euro y tocando un nivel de 0.9536 dólares por euro, su peor nivel desde el 19 de junio de 2002.
El yen japonés y el euro, tienen en conjunto una ponderación significativa del 44.5% en el índice del dólar.
2. Aversión al riesgo. El trimestre se caracterizó por un incremento de la aversión al riesgo en los mercados financieros globales ante los siguientes factores: a) la guerra en Ucrania, b) la crisis energética en Europa y c) la elevada inflación a nivel global. La combinación de los tres factores tiene implicaciones negativas para el crecimiento económico.
La guerra en Ucrania se ha intensificado, Rusia ha anexado varios territorios ocupados y las tensiones con países de Occidente se han elevado, por lo que no se puede descartar que otros países se involucren en el conflicto en los próximos meses.
La guerra en Ucrania implica un riesgo para los precios de las materias primas, principalmente granos y energéticos.
Con respecto a la crisis de energéticos, Rusia ha limitado el suministro de gas natural a Europa y hacia finales del trimestre ocurrió un sabotaje que inhabilitó el gasoducto de Nord Stream 1, por lo que es probable que los precios de gas y energía eléctrica sigan subiendo en Europa durante los meses de invierno, generando presiones inflacionarias adicionales.
Finalmente, con respecto a la elevada inflación, la respuesta de los bancos centrales a través de incrementos a las tasas de interés implica un menor crecimiento económico hacia el cierre del 2022 y en 2023, con el riesgo de que algunos países entren en recesión.
3. Factores particulares de cada país. Usualmente cada país tiene eventos internos que afectan la percepción de riesgo. En esta ocasión dos países se destacan por situaciones particulares: Reino Unido y Turquía. Desde el primer semestre el Banco de Inglaterra ha advertido sobre el riesgo de una recesión económica en Reino Unido, algo que ha elevado la percepción de riesgo en los mercados financieros.
Hacia finales del trimestre, el nuevo gobierno de Liz Truss anunció recortes a impuestos por 161 mil millones de libras en un periodo de cinco años, equivalente a 6.95% del PIB o 14.48% del gasto público total de 2021. Lo anterior hizo que la libra esterlina cayera hasta un mínimo histórico de 1.0350 dólares por libra. La libra cerró el trimestre con una depreciación de 8.43%, cotizando en 1.1151 dólares por libra.
Por su parte, en Turquía, el banco central recortó la tasa de interés en dos ocasiones durante el trimestre por un total de 200 puntos base, pasando de 14% a 12%. Lo anterior es contrario a la teoría económica y se debe a la falta de autonomía del banco central.
Cabe mencionar que en Turquía la inflación alcanzó 80.21% anual en agosto. De acuerdo con las declaraciones más recientes del presidente turco Erdogan, las tasas de interés deberán seguir bajando hasta un nivel de un dígito antes de que termine el año. En el trimestre, la lira turca alcanzó una cotización histórica de 18.7658 liras por dólar, cerrando con una depreciación trimestral de 10.92% en 18.5222 liras por dólar.
La lira turca acumula siete trimestres consecutivos de depreciación, por un total de 148.93%.
En contraste con el resto de las divisas, el peso mexicano se apreció durante el trimestre, debido a los siguientes factores:
1. La postura monetaria restrictiva del Banco de México, que ha subido la tasa de interés en 500 puntos base desde agosto de 2021 a 9.25%, su mayor nivel desde que en 2008 se estableció la tasa de interés como objetivo operacional. Hacia adelante se espera que la Junta de Gobierno siga subiendo la tasa de interés a la par de la Reserva Federal, por lo que la tasa podría cerrar el 2022 en 10.50% y subir a niveles entre 11.5 y 12% en 2023.
2. México sigue recibiendo flujos de divisas a través de las exportaciones, remesas e inversión extranjera directa. De acuerdo con series originales, en los primeros ocho meses del 2022 las exportaciones muestran un crecimiento anual del 18.93% o 60,152.78 millones de dólares, con las exportaciones petroleras creciendo 50.32% y las no petroleras 16.99%.
Este crecimiento de las exportaciones totales ha sido explicado en un 84.56% por las exportaciones no petroleras, principalmente manufacturas distintas al sector automotriz. Cabe recordar que las exportaciones están impulsadas por la actividad económica de Estados Unidos, en donde, aunque existen señales de desaceleración y riesgos de recesión, el riesgo no es tan elevado como en países de Europa.
Por su parte, las remesas continuaron creciendo, con el flujo de 12 meses hasta julio ubicándose en 56, 205.10 millones de dólares, nuevo máximo en registro.
3. Factores diferenciadores entre divisas de economías emergentes. El peso mexicano es la segunda divisa más líquida en la canasta de países emergentes, por detrás del yuan chino. No obstante, el yuan chino se depreció 6.22% trimestral y cerró en 7. 1159 yuanes por dólar, debido a que el Banco Popular de China mantiene una postura monetaria flexible, a diferencia del Banco de México.
Por su parte, otras divisas de economías emergentes enfrentan otros riesgos. En el sureste asiático existe aversión al riesgo por la desaceleración económica de China y las tensiones con Estados Unidos. En Europa existe nerviosismo por la guerra en Ucrania y hay un alto riesgo de recesión económica, mientras que, en Sudamérica, la mayoría de los países dependen del mercado de materias primas que continúa mostrando volatilidad.
Asimismo, el resto de las economías latinoamericanas no tienen el grado de cercanía comercial que México tiene con Estados Unidos y como Brasil, Perú y Chile, tienen como principal socio comercial a China.
Aunque en México persisten los riesgos internos, principalmente relacionados con las políticas del gobierno en turno y las consultas en el marco del T-MEC, se ha limitado su especulación en contra del peso mexicano. Hacia adelante persisten los riesgos al alza para el tipo de cambio por la desaceleración económica de Estados Unidos, así como por la mayor aversión al riesgo global y la estacionalidad, en donde típicamente en el último trimestre del año el peso tiende a depreciarse.
Por lo anterior, se espera que el peso mexicano cierre en niveles aproximados de 20.30 pesos por dólar, en un escenario central.
En el año, el peso mexicano muestra una apreciación de 2.16% o 44.4 centavos, ubicándose como la tercera divisa más apreciada en la canasta amplia de principales cruces, por detrás del rublo ruso con 20.04% y el real brasileño con 3.87%. Además de estas divisas, solo el sol peruano acumula una apreciación de 0.37% en 2022.
Luego de cotizar por nueve trimestres consecutivos con ganancias, en donde el WTI acumuló un aumento de 416.41% en su precio, cierra el tercer trimestre de 2022 cayendo 24.54% trimestral, cotizando en 79.81 dólares por barril. En el trimestre, el WTI tocó un máximo intradía de 111.45 dólares y un mínimo de 76.25 dólares por barril. Mientras tanto, el brent cerró el trimestre perdiendo 23.41%, cotizando en 87.93 dólares por barril.
Las presiones a la baja se debieron a un aumento en las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos y en Europa, como consecuencia de la mayor inflación y los aumentos en las tasas de interés a nivel global, lo que podría reducir la demanda por el energético. Asimismo, se teme que la economía de China se desacelere más de lo esperado, puesto que su país aún cuenta con una política de cero-covid que lo llevan a implementar fuertes medidas de confinamiento en algunas regiones, mientras que, continúan las preocupaciones en torno al sector inmobiliario de ese país.
Otros factores que presionaron a la baja el precio del petróleo fueron el fortalecimiento del dólar estadounidense y los incrementos en la tasa de interés.
Hacia adelante, se espera que el precio del petróleo suba, ya que se espera que la OPEP y sus aliados (OPEP+) recorte su producción conjunta y que la demanda por energéticos se incremente en el invierno.
Además, no se descartan mayores tensiones geopolíticas, lo cual generaría la idea de una menor oferta de petróleo y por lo tanto un mayor precio.
Cabe destacar que, las tensiones entre Rusia y Occidente han llevado a que el gas natural del New York Mercantile Exchange cerrara el trimestre ganando 24.82%, cotizando en 6.77 dólares por millones de BTU, mientras que, el contrato TTF de gas natural en el ICE Endex Dutch se incrementó en 30.64%, a 188.800 euros por megavatio hora.
En lo que va del año, el WTI muestra un incremento de 6.12%, mientras que, el brent acumula ganancias de 13.05%. Por su parte, el contrato de gas del New York Mercantile Exchange ha incrementado en 81.50% en el año, mientras que, el contrato TTF de gas natural en el ICE Endex Dutch acumula un aumento de 168.40%.
El oro cerró por segundo trimestre consecutivo con pérdidas, cayendo 7.91%, cotizando en 1,664.26 dólares por onza. Durante el trimestre, el metal precioso alcanzó un mínimo intradía de 1,614.96 dólares por onza, no visto desde el 6 de abril de 2020 y un máximo de 1,814.3 dólares.
Las presiones a la baja se dieron ante las mayores tasas de interés a nivel global, con las presiones inflacionarias y los principales bancos centrales intentado frenarla. Cabe recordar que, en junio, la inflación de Estados Unidos alcanzó un nivel de 9.1% interanual, no visto desde noviembre de 1981. De hecho, la Reserva Federal ha incrementado la tasa de referencia de manera muy agresiva desde un rango entre 0.0 y 0.25% hasta un rango de 3.00 y 3.25%, un incremento de 300 puntos base, algo que no se veía en 40 años.
Asimismo, el Banco Central Europeo incrementó sus tasas hasta 1.25%, dejando la política monetaria altamente flexible que tenían desde 2016. Por su parte, el Banco de Inglaterra aumentó su tasa de referencia hasta 2.25%, mientras que los Bancos de Noruega, Suiza, Suecia y Australia la incrementaron hasta 2.25, 0.50, 1.75 y 2.35%, respectivamente.
Aunque el oro es considerado un activo refugio cuando sube la aversión al riesgo, el fortalecimiento del dólar y las mayores tasas de interés lo hacen menos atractivo debido a que aumenta su costo de oportunidad al no devengar intereses y se encarece al estar cotizado en dólares. De hecho, el índice ponderado del dólar cerró el trimestre con un incremento de 6.07%, su mayor incremento trimestral desde el cuarto trimestre de 2016, cuando Donald Trump ganó las elecciones para presidente de Estados Unidos.
Hacia adelante, se espera que el precio del oro pueda seguir cayendo debido a los incrementos de la tasa de interés, principalmente de la Reserva Federal que seguirá fortaleciendo al dólar estadounidense. A menos que exista una alta incertidumbre a nivel global que active nuevamente la propiedad del oro como activo refugio. Sin embargo, bajo las condiciones actuales, los inversionistas han optado por refugiarse en dólares americanos.
En lo que va del año, el oro muestra una contracción en su precio de 9.02%, algo no visto desde los primeros tres trimestres de 2013, cuando se contrajo en 20.67%.
Los metales industriales cerraron el trimestre con pérdidas, ante un aumento en las preocupaciones por la actividad económica global, particularmente de China, principal comprador de metales del mundo.
Cabe mencionar que la economía china se ha debilitado debido al resurgimiento de los contagios por coronavirus, llevando a que el sector manufacturero se ralentizara a un ritmo que no se veía desde mediados de 2020, mientras que, se observó una desaceleración del crédito ante los problemas en el mercado inmobiliario. Además, se teme que las economías de Estados Unidos y Europa entren en recesión, ante las mayores tasas de interés, la alta inflación y la crisis energética.
Con lo anterior, el cobre perdió 6.92% en el trimestre y cerró cotizando en 7,683.25 dólares por tonelada métrica y alcanzó un mínimo intradía de 6,995 dólares no visto desde el 13 de noviembre del 2020.
Asimismo, el aluminio y el níquel perdieron 11.59 y 7.01% en el trimestre y cerraron cotizando en 2,162 y 21,107 dólares por tonelada métrica, respectivamente. Mientras tanto, el níquel tocó un mínimo de 18,230 dólares no visto desde el 7 de octubre del 2021 y el aluminio tocó un mínimo de 2,080.50 dólares no visto desde el 16 de febrero del 2021.
Finalmente, el zinc cerró el trimestre cotizando en 2,968 dólares por tonelada métrica, con una caída de 5.99% y tocó un mínimo de 2,791 dólares por tonelada métrica no visto desde el 23 de abril de 2021.
Además, no se descarta más volatilidad en el mercado, ya que se espera que la oferta siga estando limitada, mientras que, se teme una ralentización en el crecimiento económico global.
En el año, el cobre acumula una contracción de 21.12%, mientras que el aluminio y el zinc pierden 22.99 y 16.02%. Por el contrario, el níquel acumula un incremento de 1.69%.
Los commodities agrícolas cerraron el trimestre con resultados mixtos, con el maíz y el trigo ganando 9.52 y 4.02%, respectivamente, cotizando en 6.78 y 9.19 dólares por bushel. Por el contrario, la soya cerró el trimestre cayendo 5.90%, cotizando en 13.72 dólares por bushel.
Las presiones al alza se dieron ante las preocupaciones en torno a la oferta debido al deterioro en las condiciones climáticas que tienen el potencial de estresar las cosechas. De hecho, para el caso del maíz la gira anual Pro Farmer Crop Tour mencionó que la mayoría de los campos estaban en peor estado que el verano pasado. Por lo anterior, estimó que la producción estadounidense será de 13.76 mil millones de bushels, 4.2% menos de lo que estimó el Departamento de Agricultura y su menor nivel desde 2019.
Si bien, durante la mayor parte del trimestre se redujeron las preocupaciones en torno a la oferta del Negro, hacia el cierre de septiembre los temores volvieron a aumentar debido al incremento en las tensiones entre Rusia y Occidente. Hay que mencionar que, el 22 de julio las Naciones Unidas y Turquía alcanzaron un acuerdo con Rusia y Ucrania para abrir un corredor de exportaciones y liberar los inventarios ucranianos que habían causado un aumento en los precios de los alimentos.
Sin embargo, ante los recientes sucesos en el Donbas, se teme que ese acuerdo se pueda terminar, sobre todo ya que tiene una validez de 120 días, plazo que está a punto de expirar y aún no se ha prorrogado. Se dice que un total de 211 barcos con 4.7 millones de toneladas de productos agrícolas a bordo han salido de Ucrania hasta ahora.
Por el contrario, las presiones a la baja se dieron ante el fortalecimiento generalizado del dólar estadounidense y la posibilidad de que la demanda se reduzca, ante una posible recesión económica global.
Hacia adelante, no se descarta volatilidad en la cotización de los granos ante los riesgos económicos y bélicos a nivel global.
En el año, el maíz acumula un aumento de 14.29%, mientras que el trigo y la soya ganan 19.49 y 2.45%, respectivamente.
- Oráculo Financiero: Peso mantiene alza y dólar avanza
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 30 DE SEPTIEMBRE DE 2022 (7:00 A.M) .- El peso inicia la sesión con pocos cambios, mostrando una apreciación de 0.07% o 1.5 centavos, cotizando alrededor de 20.15 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 20.0900 y un máximo de 20.1986 pesos.
El tipo de cambio se mantiene estable por segunda sesión consecutiva al reducirse la aversión al riesgo en los mercados financieros globales.
El peso también ha encontrado respaldo en las expectativas para la política monetaria en México, pues ayer el Banco de dicho país anunció un incremento a la tasa de interés de 75 puntos base a 9.25% y ajustó al alza sus proyecciones de inflación, por lo que se espera que siga subiendo la tasa en los últimos dos anuncios del año para cerrar probablemente en 10.5%. Debido a lo anterior, es probable que el tipo de cambio siga cotizando en un canal entre 20.10 y 20.30 pesos por dólar.
En el mercado cambiario el índice ponderado del dólar muestra un avance de 0.26%. Sin embargo, esto se debe a un efecto rebote luego de perder 1.35% en las dos sesiones previas, por lo que por ahora no debe ser considerado como resultado de un incremento de la aversión al riesgo en la sesión.
Las divisas más depreciadas son el rublo ruso con 2.28%, la corona noruega con 1.01%, el dólar neozelandés con 0.84%, la corona checa con 0.69% y el florín húngaro con 0.68%. Entre divisas relevantes, el euro se deprecia 0.70% y cotiza en 0.9746 dólares por euro, mientras que la libra se deprecia 0.76%, cotizando en 1.1032 dólares por libra.
Cabe mencionar que, la libra acumuló un avance de 4.00% en las tres sesiones previas y parte de las pérdidas de la libra esta mañana se deben a que el gobierno del Reino Unido ha reiterado que no planean deshacer el plan de recorte de impuestos anunciado la semana pasada, esto luego de que la primera ministro, Liz Truss y el ministro de finanzas, Kwasi Kwarteng se reunieron con Richard Hughes, presidente de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del Reino Unido. Por este motivo, no se puede descartar una depreciación adicional de la libra durante la sesión del viernes.
En el mercado de capitales se observa una recuperación a las pérdidas del jueves. En Europa, el FTSE 100 de Londres avanza 0.02%, mientras que el CAC 40 de Francia 0.33% y el DAX muestra pocos cambios con 0.01%. En el mercado de futuros, los principales índices en Estados Unidos también se recuperan, con el S&P 500 avanzando 0.21% y el Nasdaq 0.20%. Cabe recordar que ayer el S&P 500 tocó su peor nivel desde el 30 de noviembre de 2020.
La mayoría de los commodities inician la sesión con ganancias ante riesgos a la baja para la oferta. Los metales industriales ganan terreno por los altos precios de los energéticos en Europa, lo que ha reducido la capacidad de las fundiciones.
Asimismo, existe la posibilidad de que la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) pueda prohibir la entrada de nuevos suministros de metales rusos, limitando aún más la oferta. Bajo este contexto, el aluminio gana 0.86% a 2,216 dólares por tonelada métrica, mientras que, el zinc se incrementa en 1.04%, respectivamente.
Mientras tanto, el maíz, trigo y soya, ganan 0.60%, 1.34% y 0.39%, ante las crecientes preocupaciones sobre el futuro del corredor de exportación del Mar Negro, pues se teme que Rusia intente interrumpir el acuerdo que ha permitido disminuyan los precios de los granos en los meses de verano.
Por su parte, las principales mezclas de petróleo muestran resultados mixtos, con el WTI perdiendo 0.32% a 80.97 dólares por barril y el brent incrementando 0.07% a 88.55 dólares. Si bien se espera que la OPEP y sus aliados (OPEP+) reduzcan su producción en su reunión oficial el 5 de octubre, también existen preocupaciones en torno a su demanda por la desaceleración de la actividad económica.
En cuanto a indicadores económicos, en Estados Unidos se publicó el reporte de ingreso y consumo personal de agosto. Los ingresos personales mostraron un crecimiento mensual nominal de 0.3%, por encima del 0. 1% esperado por el mercado, mientras que, el ingreso personal disponible (después de impuestos) creció en 0.4%.
Por su parte, la tasa de ahorro en agosto se ubicó en 3.5%, su nivel más bajo desde agosto del 2008. El menor nivel de ahorro es consecuencia de la combinación de menos ingresos suplementarios y la elevada inflación. Es importante agregar que el crecimiento del ingreso personal de 0.3% mensual, se ubica por debajo del crecimiento promedio de los primeros siete meses del año de 0.5%, lo que podría seguir deteriorándose.
Por su parte, el consumo personal real mostró un crecimiento mensual de 0.4% en agosto, por encima de las expectativas del mercado que esperaba un aumento de 0.2%, como resultado a la mejor confianza del consumidor y que la inflación ha cedido en los últimos meses. Finalmente, el índice de precios del consumo personal (PCE deflator) el cual es seguido por la Reserva Federal como medida de inflación, se ubicó en una tasa anual de 6.2% en agosto, disminuyendo por segundo mes consecutivo.
El PCE excluyendo alimentos y energía se ubicó en una tasa anual de 4.9%, subiendo desde el 4.6% de julio, lo que indica que las presiones al alza sobre los precios de la mayoría de las mercancías no se han disipado.
Por otro lado, esta mañana se publicó la cifra adelantada de inflación para Eurozona correspondiente a septiembre en 10.0% anual, subiendo desde 9.1% en agosto y superando las expectativas del mercado. La lectura de inflación es la mayor en registro para la unión monetaria y eleva la probabilidad de que el Banco Central Europeo siga subiendo sus tasas de interés en el anuncio del 27 de octubre.
Durante la sesión, se espera que el tipo de cambio cotice entre 20.09 y 20.28 pesos por dólar.
Mercado de Dinero y Deuda
En México, la tasa de los bonos M a 10 años muestra un retroceso de 2.8 puntos base, ubicándose en 9.69%. En el mercado de bonos de Estados Unidos, la tasa de las notas del Tesoro a 10 años muestra un retroceso de 6.1 puntos base, ubicándose en 3.72%.
Mercado de Derivados
Para cubrirse de una depreciación del peso más allá de 20.50 pesos por dólar, una opción de compra (call), con una fecha de ejercicio dentro de un mes tiene una prima del 1.59% y representa el derecho mas no la obligación a comprar dólares en el nivel antes mencionado.
Por otro lado, el forward interbancario a la venta se encuentra en 20.2454 a un mes, 21.8081 a 6 meses y 21.5033 pesos por dólar a un año.