Con todo respeto. No se vaya tan lejos, alcaldesa, aquí también hay mujeres valientes

Por Lourdes Loza Romero

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 3 DE OCTUBRE DE 2022.- Por la tarde de sábado una amiga reportera me mandó un mensaje, me había etiquetado en una nueva publicación que subieron a la página de “likes” de la alcaldesa de Tijuana, en la que elogiaba la valentía de las mujeres en Irán por cortarse el cabello en publico, dadas las recientes manifestaciones que han protagonizado después del asesinato de Mahsa Amini, que fue arrestada por presuntamente usar de manera indebida el hiyab y sufrió tortura hasta que perdió la vida.

Mi amiga me dijo que se acordó de Alina, la mujer policía que en defensa propia disparó en tres ocasiones en contra de su pareja, hombre que fungía como mando policíaco de la misma corporación y que la agredió tras una discusión.

La valiente Alina se defendió con lo que tenía, que era su formación como elemento policíaco, y logró lo que pocas víctimas de violencia logran: salir con vida. Sin embargo, siguió siendo víctima de un sin fin de omisiones que también son violencia, desde la falta de perspectiva de género para la investigación, como la “manada” de oficiales la dejó sola y no accedieron a declarar a su favor a pesar de ser testigos de lo que vivió, hasta la hipocresía de las mismas autoridades que en su momento cantaban apoyar a las mujeres víctima de violencia y a ella simplemente la dejaron sola.

Todavía recuerdo la fotografía que estuvieron pasando por grupos de whatsapp, al mismo tiempo que la tachaban de asesina. Los ojos llorosos, el labio hinchado y marcas en el cuello y en la cara. Horas después el exdirector de policía, Carlos Betancourt, dijo ante medios de comunicación que no había sido golpeada por su pareja, ¿entonces quién le golpeó la cara y le dejó las marcas en el cuello? ¿los policías que la detuvieron? 

Como sociedad también abandonamos a la valiente Alina, se nos hizo fácil ponerle la etiqueta de asesina y olvidarnos del caso, porque al cabo era uno de más de los que diariamente salen en los noticieros y los periódicos de esta ciudad.

Hasta que un año después su madre sacó el tema a la luz, la valiente Alina ya tenía más de un año recluida, con un proceso pausado por el rezago en la impartición de justicia que provocó la pandemia por COVID-19.

No todos los medios accedían a hablar del tema y la sociedad, pese a los llamados que hacía una madre desesperada por ayudar su hija, también calló. Las colectivas dudaban, tardaban en ponerse de acuerdo, y apenas unas tres o cuatro mujeres apoyaron a la señora Socorro para intentar hacer ruido y que más supieran el caso de la valiente Alina.

Aún con los cambios de administración en los gobiernos locales, donde mujeres como Marina del Pilar y Monserrat son la gobernadora y la alcaldesa respectivamente, poco se pudo hacer por la mujer que logró sobrevivir a una relación violenta. La valiente Alina fue declarada culpable, y aunque aún tiene la oportunidad de apelar, el sistema machista que perdura no es un buen augurio.

Por eso le digo a la alcaldesa, no se vaya tan lejos, aquí también hay mujeres valientes. No sea candil de la calle y oscuridad de su casa. ¿O ya se le olvidaron las palabras que les dedicó a las mujeres que “destruyeron” su hogar el pasado #8M? Esas también fueron valientes, por salir a las calles de una de las ciudades más inseguras del país, a clamar justicia y respeto por sus derechos.