Por Lourdes Loza Romero
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 30 DE NOVIEMBRE DE 2022.- En días recientes, en una sesión de Cabildo, el alcalde de Ensenada Armando Ayala le sugirió a una de las regidoras que “hiciera el amor” para que estuviera de buenas. Todo por no votar a favor del proyecto de presupuesto.
A todas nos parece lo más reprobable del mundo, pero no nos parece una situación ajena. En la mayoría de los contextos laborales, a más de una de nosotras un hombre con más poder o jerarquía nos ha hecho este tipo de comentarios para denostar nuestro trabajo, para minimizar alguna situación que nos afecte y un largo etcétera.
De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) del 2012, 7.9 millones de mujeres han vivido violencia de género en el trabajo, lo que representa un 20 por ciento de las que nos encontramos activas dentro del sector laboral.
La misma encuesta menciona que los tres tipos de violencia más mencionados fueron la psicológica, la física y la sexual, siendo la tercera la que gana el horroroso primer lugar. Dentro de este tipo de violencia se incluye la intimidación con connotación sexual -como lo ocurrido con la regidora Brenda Valenzuela- la cual 4.8 millones de mujeres aseguran que han sufrido.
Esta es una forma de evidenciar que no estamos solas, somos millones las mujeres que hemos sufrido violencia en los contextos laborales, pero muy pocas las que han denunciado, y esto siempre es por el temor de ser víctima de algún tipo de represión.
¿Qué son los 16 días de activismo contra la violencia de género?
Dentro de esto, la regidora Brenda Valenzuela mencionó los 16 días de activismo contra la violencia de género que promueve el Instituto para el Liderazgo Global de las Mujeres desde 1991, respaldada por la Organización de las Naciones Unidas desde 2008.
Cada año se elige una temática y se invita a la población en general, tanto a hombres como a mujeres, a promover la erradicación de la violencia desde sus plataformas.
El lema de este año engloba la invitación a terminar la violencia contra mujeres y niñas.
¿Qué deberíamos estar viendo ahorita? Que los gobiernos promuevan alguna campaña contra la violencia, más allá de la activación de “puntos naranjas” que se han establecido en su mayoría en zonas civilizadas de la ciudad.
Más allá de entregarle una “tarjeta morada” a una víctima de violencia, o de instalar una ruta “nueva” de transporte gratuito y exclusivo para mujeres.
Aún no sabemos bien como eligen a las mujeres acreedoras de una tarjeta morada, que dudo un poco que sean víctimas de violencia por la exhibición que se hace de las beneficiadas.
Sobre la ruta morada, ya sabemos que no cubre en su totalidad las necesidades de las mujeres usuarias de transporte, dado a que se instaló donde ya existen otras alternativas de transporte y no cubre zona de difícil acceso, que se ubican en la periferia de la ciudad.
