Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 14 DE NOVIEMBRE DE 2022.- Las 19 familias afectadas por la crecida de un canal pluvial perdieron todo su patrimonio, la fuerza del agua tiró los muros de la casa en la que vivía Ernesto Zúñiga con su hija y un bebé de apenas dos semanas de nacido.
Hasta el momento la empresa propietaria del autobús de transporte de personal que provocó el taponeo no se ha hecho responsable ni el operador.
La noche del martes 8 de noviembre durante las precipitaciones que cayeron en la ciudad, los vecinos de la calle Mártires de Río Blanco estaban en sus casas cuando de pronto el autobús de la empresa Settepi fue arrastrado por la corriente y taponeó una boca de tormenta lo que provocó la inundación.
“Aquí vivía, pero mi casa no se puede habitar” dijo en entrevista Ernesto Zúñiga, quien recuerda que el día de la lluvia el camión arrastrado por la corriente junto con otro vehículo compacto provocó una represa, el nivel del agua comenzó a subir al punto de que junto con su hija y su nieto recién nacido tuvieron que subir al techo para evitar ahogarse.
Elizabeth Gutiérrez Guadarrama narró que durante la inundación el agua subió más de dos metros de altura, ella sintió temor por su vida ya que quedó atrapada en su casa con su hija de cinco años encima de una repisa mientras su otra hija de 20 y ella se colgaban de puerta y ventanas para mantenerse a flote, cuando el agua bajó todas sus pertenencias se perdieron y ahora sólo tiene dos colchones que un vecino le regaló para que no durmiera en el suelo.
Según un censo de la Secretaría de Bienestar Municipal, la inundación afectó 17 predios en los que habitaban 19 familias compuestas por 47 adultos, 29 niños y un bebé de apenas unas semanas de nacido; los menores no están acudiendo a la escuela porque toda su ropa, útiles y hasta zapatos porque no pidieron salvar nada.
Por su parte, la señora Rosa Elena García Cárdenas, criticó que la inundación la provocó un vecino inconsciente que dejó su camión estacionado. Recordó que en los 20 años que tiene viviendo en la zona nunca había inundaciones porque nadie deja sus automóviles estacionados afuera de sus casas cuando llueve, además hace unos tres meses otro vecino construyó un puente de metal sobre el canal pluvial.
En medio del desastre que provocó la crecida del arroyo pluvial, las familias afectadas agradecen que no se perdió ninguna vida, todo fueron cosas materiales como la casa de Ernesto Zúñiga a la que la fuerza del agua derribó las paredes. En el lugar todavía pueden apreciarse los bultos de ropa y muebles en la calle.
Las 19 familias afectadas agradecen a quienes puedan ayudarlos con ropa, y enseres básicos de casa, en tanto junto con vecinos que no tuvieron daños mayores, limpian sus predios y han comenzado con las reparaciones en sus casas.