Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 11 DE NOVIEMBRE DE 2022.- Siete minutos bastaron para que Keeper, una perrita rescatista localizara el cuerpo del joven Hugo Enrique Miranda Olivera, arrastrado por la corriente pluvial hasta el fondo del Cañón del Matadero.
La buscadora estaba en su primera misión real ya que antes solo había participado en localizaciones de práctica compartió Julio César Díaz Carrera, entregador de Keeper.
Explicó en entrevista que la rapidez con la que la buscadora localizó el cuerpo del joven de 22 años fue facilitada por una corriente de aire en remolino que se formó al fondo del cañón lo que provocó que el aroma del cuerpo se esparciera en toda el área.
Recordó que Keeper había participado en al menos siete búsquedas de personas desaparecidas, en ellas, los activistas avisaban que habían localizado algún cuerpo y sin descubrirlo dejaban que la rastreadora lo buscara, en todas las veces hizo el hallazgo de manera acertada, por lo que la localización de Hugo Enrique fue su primera misión real.
Detalló que a la perrita comenzaron a entrenarla desde los seis meses de edad, primero la enseñaron a detectar narcóticos, pero como no había trabajo en esa materia, a solicitud de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas fue que empezó el adiestramiento para localizar cadáveres.
Añadió que la participación de Keeper y los otros dos binomios caninos ayudó a que los cuerpos de los hermanos Miranda Olivera se recuperaran rápidamente, sobre todo el de Hugo Enrique, ya que la forma en la que estaba, cubierto por escombros ligeros, lo hacía imperceptible para el ojo humano.