Por Lourdes Loza Romero
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 18 DE ENERO DE 2023.- Mientras que en la mañanera “Con el corazón por delante” se le dio más de 30 minutos a la proyección de un cantante local, en los Juzgados de Mexicali se llevaba a cabo una audiencia judicial en contra de Honorario, adulto mayor que asesinó a su pareja sentimental, una joven que lo había denunciado en dos ocasiones por amenazas y violencia.
Hoy nos falta Daryela, quien fue acuchillada por Honorario la tarde del domingo. Siendo la víctima más reciente del delito de feminicidio, en un estado que tiene activa una Alerta por Violencia en Razón de Género desde junio del 2021.
Según lo que reportaron colegas de la capital del Estado, Daryela mantenía una relación sentimental con su agresor, sin embargo, lo denunció en dos ocasiones luego de ser violentada. La agresión más grave la sufrió en su lugar de trabajo, cuando dos hombres armados la atacaron y le informaron que fueron contratados por el anciano para obligarla a retomar su relación.
Lamentablemente a ninguna autoridad esto le pareció suficiente para aplicar acciones más concretas y lograr rescatar a Daryela, quien quedó a merced de su agresor y ante el temor (que finalmente se cumplió) de perder la vida, accedió a retomar su relación aunque conservaba la medida de protección que le otorgó la policía municipal de Mexicali.
El Fiscal de Baja California, a manera de justificación, destacó el hecho de que Daryela retomó la relación con Honorario, dejando de lado las posibles omisiones en las que cayeron varias autoridades que no le prestaron la atención al tema cuando era necesario. Nadie lo cuestionó. Tampoco se cuestionó a la Gobernadora, que siempre dice que ninguna mujer está sola ante la violencia. A Daryela si la dejaron sola, a pesar de que buscó ayuda de la autoridad.
Hoy nos falta Daryela, a su familia, a sus amistades, a la sociedad. Igual que la decena de mujeres que fueron asesinadas desde junio de 2021, cuando se activó la Alerta de Género, que pocos resultados ha dado. No se notan, si es que ha habido a algún avance.
A los días de activada la alerta, una joven mujer de nombre Anayeli fue agredida por su pareja sentimental, quien también era un adulto mayor que acudió a su centro de trabajo armado. Anayeli también había terminado su relación, aunque sin interponer denuncia, por la violencia a la que fue sometida por el hombre. Finalmente intentó obligarla a retomar la relación, incluso amenazó con hacerse daño con la misma arma con la que le disparó en dos ocasiones a la mujer.
Carlos, ex pareja de Anayeli, finalmente fue sentenciado hace unos meses, pero ella falleció unos días después de la agresión y fue de las primeras víctimas de feminicidio documentadas bajo el marco de la mentada Alerta.
La diferencia entre Anayeli y Daryela, es que la mexicalense si interpuso denuncia en contra de su agresor, pero esto no sirvió de nada como ocurrió en el caso de Lucero Rubí, el cual originó la activación de la alerta en Baja California.
Solo falta preguntar: ¿cuántas mujeres más tienen que ser asesinadas por sus parejas para que se ajusten los protocolos y surta efecto la medida de la alerta?