RUEDO POLÍTICO. Desesperación de Monserrat Caballero y la nueva “dipuinfluencer”
Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 20 DE FEBRERO DE 2024.- Cada vez está más cerca el inicio del proceso electoral y dentro de Morena todavía no se ponen de acuerdo para designar a los candidatos a las alcaldías y las diputaciones locales.
Aunque el dirigente nacional del partido guinda, Mario Delgado Carrillo, declaró la semana pasada que antes de concluir febrero estarán listas las designaciones en Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez ya se adelantó.
En la sesión de Cabildo del 16 de febrero la morenista solicitó licencia para separarse del cargo, según ella para registrarse ante el Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEEBC) como candidata a la alcaldía, o sea, para reelegirse.
A la morenista Monserrat Caballero le gana el ímpetu, quiere a como dé lugar repetir en la alcaldía de la ciudad fronteriza más importante de México.
La decisión de solicitar licencia para supuestamente registrarse como candidata -aunque la Ley Electoral del estado no la obliga-, es más un acto de presión hacia la dirigencia nacional que otra cosa, porque pudo esperarse a que se dieran a conocer a las y los candidatos.
Daylin García la “dipuinfluencer” del MC
En la política cada vez es más frecuente el uso de las redes sociales para “conectar” con los jóvenes y de esta manera tener más penetración social.
La nueva forma de hacer política, le dicen algunos y se vale, pero hay niveles; una cosa es usar las redes para ampliar los alcances y otra es jugarle al influencer.
Esto es porque unos días antes del 14 de febrero “Día del amor y la amistad”, la legisladora de Movimiento Ciudadano (MC), Daylín García Ruvalcaba, hizo una publicación digna de cualquier joven influencer.
Le anduvo jugando al cupido y lanzó una promoción para que sus “seguidores” ganaran una comida para dos personas, en el restaurante La Rue 93.
Algunos opinaron que le sale mejor el papel de “influencer” que el de legisladora, porque en lo laboral sus iniciativas no tienen pies ni cabeza, lo que quedó demostrado en la pasada sesión de pleno, cuando no le aprobaron un punto de acuerdo por no estar bien elaborado.
