¿Quién es traidor a la patria?

Por: Adolfo Solís
Carta de un abogado al Presidente.
¿Quién es traidor a la patria? Es traidor aquel que defiende a empresas extranjeras ejerciendo su profesión o el líder político que con profunda inmoralidad, predica la mentira para hacer creer al pobre, que es un defensor de la desigualdad.
¿Quién es traidor, el que exige con la ley que se brinde atención de salud a la población o aquel político que deja morir en la podredumbre a los mexicanos en hospitales insalubres, llenos de corrupción, negligencia y mentira?
¿Quién es traidor, el que defiende violaciones a derechos humanos o al que con una perversión ideológica somete a la población con discursos falsos plagados de maldad para obtener más adeptos?
¿Quién es traidor, aquél que evita en los tribunales abusos de autoridad por los excesos y corrupción cotidiana o el que con un cinismo descarado promete combatir lo que él mismo no combate, la corrupción?
¿Quién es peor, el que defiende mediante los instrumentos legales las injusticias de la autoridad o aquel que provoca injusticias por ideales fallidos y arcaicos que buscan someter la mente del sediento de esperanza?
¿Qué es peor, la maldad de aquel que defiende al rico o la maldad de aquel que dice defender al pobre, pero genera su pobreza a propósito para tener siempre su control y su sometimiento?
¿Qué es más aberrante, proteger a la inversión que genera empleos o aquel que destruye la inversión para que exista mayor desempleo y tener un mejor control del pobre con programas sociales que aletargan su mente?
¿Quién es un traidor a la patria, aquel que acude a los jueces en busca de justicia o aquel que con injusticias quiere, desea y necesita poder?
¿Quién puede ser más traidor, el que busca la unidad nacional o aquel que con discursos falsos, domina a los que necesitan ayuda y abusa de los que le generan mayor rentabilidad?
¿Quién es traidor a la patria, el que genera empleo o aquel que provoca el desempleo para que la población se ocupe en trabajos mal pagados y subocupados, sin derecho a exigir nada del gobierno?
¿Quién es traidor, el que da la cara en los tribunales o aquel que en la política quiere ciudadanos tímidos que debe alimentar con dadivas miserables y programas sociales?
¿Qué es más letal, proteger la inversión extranjera o ahuyentarla con egoísmos políticos y con un laberinto de mentiras que provocan hambre para que el altísimo sea quién reparta la comida con un anhelo de esperanza?
¿Quién es traidor, aquél que busca un estado de derecho fuerte o aquel que debilita, denosta y ataca al fuerte con el propósito de generar simpatías en la población?
Mientras el hombre en el poder esté corrompido por su flaqueza y por sus vacíos, siempre buscará fortaleza en el sometimiento, decadencia, piedad y abuso del más débil; robándole vitalidad y energía para poder comprender lo que su mentira y su toxicidad está gestando en su entorno.