Por: Manuel Ocaño
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 30 DE JULIO DE 2021.- Una madre que huyó de Michoacán con sus hijos de 2 y 3 años de edad, y vino a ocultarse a Tijuana en busca de asilo a Estados Unidos, platicó a Esquina32 del terror que ha sentido desde que su aún esposo, ahora un sicario del Cartel Jalisco Nueva Generación, le llamó al albergue en que estaba para advertirle que viene a matarla a ella y a sus niños.
Desde entonces “casi no he dormido, ni comido; él me manda videos, uno de una decapitación, me dice que así va a matar a los niños y me va a obligar a ver para que sufra, antes de matarme a mí”, dijo la señora.
Se había mantenido en completo secreto en Tijuana, hasta que, para tener un documento que le permitiera pedir asilo, acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California para presentar una denuncia.
“Esa fue la única vez que proporcioné mis datos. A los dos días él (el marido) comenzó a amenazarme” con la ubicación.
La joven madre y sus niños fueron llevados a una casa de seguridad fuera de Tijuana, donde ahora permanecen escondidos.
Luego de conocer esa experiencia, Rosa, una joven que fue secuestrada y vejada en Baja California Sur presentó también una denuncia ante la fiscalía estatal, y les suplicó e imploró que no fueran a informar a Baja California, pero lo hicieron de cualquier forma.
A los dos días Rosa recibió fotografías de las heridas que sufrió su mamá cuando la torturaron en represalia en Baja California Sur.
Son sólo un par de casos de docenas de familias migrantes que fueron a quejarse ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC) , para solicitar que la fiscalía deje de cometer errores, involuntarios o deliberados, que han puesto en riesgo de muerte a familias migrantes y les obstaculizan la posibilidad de asilo.
De una joven que fue secuestrada por un cartel en Michoacán cuando tenía 16 años de edad y logró huir este mes poco después de cumplir los 18, la fiscalía dijo en su folio que fue secuestrada a los 35 años.
A un padre de familia perseguido con su esposa e hijos, le dieron un documento incompleto y que solo lo menciona a él, sin su familia.
A Irma, de Guerrero que huyó con sus hijos, se negaron a tomarle la denuncia y le dijeron que tenía que regresar a Guerrero a denunciar.
“Si venimos huyendo de allá, y ni el Ejército quiere entrar (a la sierra guerrerense), y quieren que vaya a poner la denuncia allá”, exclamó la madre de familia.
En el documento de otra madre, de Puebla, escribieron el nombre del hijo de la señora en lugar del nombre del esposo. Cuando presente el documento para pedir asilo, rechazarán el trámite y tendrá que comenzar de cero nuevamente.
Salvo contadas excepciones, el filtraje de información y los datos equivocados de la fiscalía estٔán en documentos de mujeres solas y madres solteras con sus hijos; Esquina 32 sólo confirmó dos casos de padres de familia.
El pastor Albert Rivera, del albergue Ágape, que apoya a las familias, dijo que son casos del mes de junio.
“Nosotros pensamos que como una medida humanitaria, la fiscalía de Baja California podría dejar de enviar avisos de las denuncias a otras fiscalías, porque algunos casos son de vida o muerte”, dijo el religioso.
“También pensamos que, si son errores deliberados, tengan un poco de bondad con estas familias que huyen dejando todo atrás, por salvar sus vidas y las de sus hijos. No piden ayuda en la fiscalía por molestar o andar de vacaciones, son casos de seres humanos que quieren salvar sus vidas, estar a salvo”, reflexionó Rivera.