Por: Octavio Fabela
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 10 DE JUNIO DE 2022.-Seis meses después de haber llegado a Tijuana y con Ana Laura limitada en su movilidad por una bala que le lastimó la columna vertebral, la familia Bravo por fin logró que Estados Unidos les abriera la puerta mediante la protección del asilo humanitario.
Laura, madre de dos hijos llegó junto con su familia integrada por 15 personas, entre adultos y niños, huyendo de la violencia en su natal Michoacán, mientras esperaba en el albergue Ágape una bala perdida la lastimó a principios del mes de mayo del presente año.
Los Bravo acompañados de otros migrantes acudieron hace una semana a entregar una carta para pedir el asilo humanitario al cuerpo consular de Tijuana, la respuesta fue rápida y esta mañana por fin cruzaron a la Unión Americana.
La familia se fue con sentimientos encontrados porque dejaron su patrimonio, pero felices por estar juntos y por alcanzar la tranquilidad que no les garantizó el gobierno de México.
Hugo Bravo aseguró que no podrá ganarse la vida de la misma forma en que lo hacía en Michoacán, sus hijos menores no están conscientes del riesgo que corrían por permanecer en México, pero dijo estar contento de poder juntar a su familia.
Don Timoteo Bravo, un hombre de 65 años al que criminales mantuvieron secuestrado, expuso su felicidad porque ya estará en paz y tranquilidad. Deja sus negocios, propiedades y algunos familias que siguen en el estado de Michoacán.
Por su parte, el director del albergue Ágape, Alberto Rivera Colón agradeció al personal del consulado por la rapidez con la respondieron a la solicitud de la familia Bravo.
