Por: Redacción E32.
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 21 DE FEBRERO DE 2023.- El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, aseguró que la relación entre ambos países va bien y que hay un diálogo bueno y fuerte, sobre todo destacó el trabajo en materia de seguridad contra el Fentanilo.
Se tiene una relación bilateral positiva, de acuerdo con las declaraciones del diplomático estadounidense y destacó que la visita del presidente Joe Biden, el pasado enero, fue una muestra de la importancia que tiene.
Ante las diferencias en los temas del maíz amarillo y el sector eléctrico, Salazar sostuvo que estas se tienen que resolver a través del diálogo y sí no se puede, para eso está el marco legal del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Por otra parte, el peso tiene buenas noticias y otras no tan buenas, desde la lupa de los especialistas. Con el cierre de la semana pasada, se mostró la resiliencia del peso, un nivel no visto desde abril de 2018, impulsado por la expectativa de nuevos aumentos a la tasa de interés y el buen panorama económico en Estados Unidos.
El peso mexicano se ha visto favorecido con los datos positivos de la economía de Estados Unidos, país donde las ventas minoristas de enero, que subieron 3% a tasa mensual, el mayor crecimiento desde marzo de 2021.
Y otro dato positivo para el peso fue el de la producción manufacturera en Estados Unidos, que se incrementó 1% en enero. Este indicador está ligado a las exportaciones de México.
El dólar barato, de acuerdo con expertos, por debajo de 18.50 hacen atractivo comprar esa maquinaria para el negocio o ese auto de alta gama que cobran en dólares, aunque no están muy claras las expectativas para la economía este año, pero esos dólares.
A quien no favorece, aunque puede entender el beneficio de corto plazo sobre los niveles inflacionarios, es al Banco de México y comprende que esto es parte de los efectos que causa su medida monetaria altamente restrictiva.
Pero el lado negativo del dólar barato es que hay que analizar lo que pasa con las familias de los migrantes que reciben remesas desde Estados Unidos. Si se toma una remesa promedio de 300 dólares, hace un año recibieron seis mil 280 pesos y hoy cobran cinco mil 510 por esos mismos recursos. Con el adicional que la inflación anual de ocho por ciento ya les quitó poder de compra.
Pero el peso sobrevaluado no es bien visto por los exportadores que pierden la ventaja cambiaria que compensa un mercado laboral ya no tan competitivo y los sobrecostos por inseguridad y falta de energía. Así las cosas con el súper peso.
